Descubre las diferencias.

¿Cómo funciona el reloj de cuarzo? 

 Su base es eléctrica o electromecánica, y late gracias al uso de baterías. Mediante un circuito, se llevan a cabo vibraciones que son las responsables de la oscilación del reloj y, por supuesto, de que las manecillas se muevan.

Un reloj de cuarzo tiene ventajas, como la precisión. A diferencia de un automático, no es necesario ajustarlo si se agota la reserva de marcha o si lo dejas de usar por varios días. También suelen tener un precio más accesible que un automático.

Basandonos en los relojes de cuarzo, contamos con modelos perfectos para ti, como nuestro modelo Aquadiver Depthmaster 3950A , caja 42mm, brazalete de acero inoxidable, movimiento de cuarzo y resistente al agua (100 m).

¿Cómo funciona un reloj automático? 

Su funcionalidad se basa en un mecanismo automático que es capaz de darse cuerda por sí mismo, siempre y cuando la persona quien lo porta tenga su muñeca en movimiento. Esto es gracias al rotor que actúa como generador de energía sobre el muelle, misma que se distribuye en las diferentes funciones que ofrece el reloj. 

Los relojes automáticos contienen piezas que requieren mayor mantenimiento en relación con los relojes de cuarzo; sin embargo, suelen ser piezas con un alto valor por su construcción y destreza técnica. Asimismo, son para toda la vida.

Dado que los relojes de cuarzo y los relojes automáticos se adaptan a diferentes necesidades y deseos, la elección se reduce a lo que estás buscando. Si buscas máxima precisión, definitivamente tu opción es un reloj de cuarzo, pero si prefieres un reloj para toda la vida, con acabados más complejos y que se distinga por su artesanía desarrollada durante siglos, tu elección es definitivamente un automático.

En cuanto modelos automáticos, te podemos recomendar de nuestra colección Legacy  el modelo Legacy Luciano 371B, caja 47mm, Automático, hora dual, brazalete de acero inoxidable y tapa de fondo de cristal Krysterna.